El propósito del yoga es comprender la vida y el fenómeno asociado a ella, queremos superar el sufrimiento por completo y lograr una integración total que conduzca a la liberación.
A través del yoga, nuestro objetivo es eliminar todas las impurezas para la liberación nuestra verdadera naturaleza como conciencia pura, independiente de las cosas mundanas. Queremos desprendernos de lo inferior (como seres mundanos) para ir a lo superior (seres espirituales).
Para eso tenemos que practicar abhyasa, que es el esfuerzo persistente por llevar la mente a un estado de paz y pureza; y vairagya, la renuncia completa a las cosas mundanas. Nuestros principios y valores que motivan nuestra forma de actuar nos ayudan a purificar nuestras acciones; por lo que hace que sea más fácil calmar nuestra mente.
La ética es la base de las 8 ramas del yoga. Las disciplinas físicas y mentales cultivan buenos hábitos y forman parte de la auto transformación que aspiramos como yoguis.
La primer rama de ashtanga yoga de Patanjali es yama, las “auto limitaciones morales”; son cinco, que constituyen el “Gran Voto”:
Ahimsa - no violencia
Satya - verdad
Asteya - no robar
Brahmacharya - restaurando la energía sexual
Apariagraha - no posesividad
“Cuando se practican universalmente sin excepción debido al nacimiento, lugar, tiempo y circunstancias, ellos (yamas) se convierten en grandes disciplinas”. PYS 2.31
La segunda rama de ashtanga yoga de Patanjali es niyama, que son los “compromisos morales”:
Saucha - pureza
Santosha - contentamiento
Tapas - austeridad
Svadhyaya - autoestudio
Ishvara Pranidhana -devoción a Dios
“Cuando la mente está perturbada por las pasiones, uno debe practicar la reflexión sobre sus opuestos”. PYS 2.33
Usamos los yamas para armonizar nuestras interacciones sociales y los niyamas para armonizar nuestros sentimientos internos; entonces hay congruencia entre nuestras actitudes internas y nuestras acciones externas. Cuando tu cabeza, corazón y manos trabajan juntos, entonces estás completamente integrado.
Estas diez reglas no son fáciles de aplicar, pero al entenderlas nos podemos volver más conscientes de nuestras acciones y actitudes. La práctica conduce a una mayor paz mental y la autorrealización solo puede lograrse mediante la aplicación perfecta.
Las ocho ramas de ashtanga según Patanjali son técnicas para armonizar la mente y encontrar una percepción más profunda; todos tienen un viaje diferente, solo tienes que experimentarlos y encontrar el tuyo.
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